La capacidad de adaptación de una especie a su entorno es uno de los factores para que esa especie perdure en el tiempo y evolucione. Adaptarse a las condiciones climáticas para aprovechar la energía que generan son la base de la arquitectura bioclimática, una filosofía basada en la racionalidad y el conocimiento profundo del entorno.
Desde antiguo el hombre ha escogido el lugar para ubicar su hogar dependiendo de factores estratégicos y de subsistencia. Desde que vivíamos en cavernas, pasando por los núcleos de población cercanos a cursos de agua o fortificaciones en alto de promontorios, hasta hoy en día, hemos intentado aprovechar los recursos que Gaia ha puesto a nuestra disposición.
Pero con la industralización, el crecimiento desmesurado de las ciudades,…, muchos de los pilares de la arquitectura sostenible tradicional de nuestros ancestros desaparecieron de los estudios de arquitectura.
Hace ya años que son muchos los que apuestan por volver a las construcciones adaptadas para limitar los impactos del cambio climático, reduciendo las vulnerabilidades e incrementando la resiliencia frente al cambio del clima de los sistemas humanos y naturales, aprovechando el saber tradicional junto con las nuevas tecnologías. Todo ello provocado como movimiento contrario a las construcciones masivas y “sin orden” producidas por el llamado boom de la construcción.
La función principal de la arquitectura bioclimática es minimizar la huella ecológica de las construcciones mediante la reducción del consumo energético, lograr el máximo confort dentro de una construcción con el mínimo gasto energético, aprovechando las condiciones climáticas del entorno gracias a un diseño arquitectónico inteligente.
Vivienda en Urbanización experimental bioclimática - Parcela 7, Parque ITER - Granadilla, Tenerife | FOTOS: ITER
Más que un tipo de arquitectura estamos ante una filosofía, que sienta sus bases para que el arquitecto aproveche los factores que rodean la ubicación del proyecto, adaptándolo a su entorno y beneficiándose de él. No hay definido un prototipo de vivienda bioclimática, ya que dependerá de factores variables, como las condiciones geográficas, las soluciones constructivas, los materiales,…
Casas bioclimáticas, armonía entre entorno y habitantes.
Partiendo de la base de que es posible mejorar el bienestar de los moradores de una vivienda y reducir la huella ecológica, vamos a ver los criterios de eficiencia energética que debemos tener en cuenta para conseguir una casa bioclimática. Es muy importante antes de comenzar un proyecto de este tipo conocer perfectamente las condiciones generales medioambientales de la ubicación (latitud, coordenadas, horas de sol dependiendo de la estación, corrientes de viento –direcciones, temperaturas,…-, vegetación, condiciones del suelo, aspectos geotérmicos,…).
La arquitectura bioclimática se basa en aspectos a priori sencillos, como son la orientación, la energía o los materiales. Pero, su aparente sencillez ha hecho que, en época reciente, se olvidasen en pro de potenciar un tipo de vivienda caro, de poca calidad material y poco eficiente energéticamente.
La orientación es clave en las casas bioclimáticas. La capacidad de una vivienda para aprovechar al máximo la luz solar hará que se pueda ahorrar hasta un 30% en el consumo de energía. Dirigir la fachada con ventanas hacia el sur permitirá que la radiación solar penetre en invierno a través del vidrio y caliente el interior de la vivienda, mientras que dirigir la fachada opaca hacia el norte evitará las pérdidas de calor.
Vivienda bioclimática en la Marina Alta (Dénia, Costa Blanca, Alicante) | Pepe Cabrera Arquitectura
De la misma forma, pensando racionalmente, en verano se pueden minimizar los efectos solares y el consumo energético mediante la utilización de sistemas de captación de energía solar orientados adecuadamente, y sistemas de aislamiento como persianas, toldos, contraventanas y otros pasivos como voladizos. Disponer vegetación y árboles estratégicamente en el entorno, teniendo en cuenta que sean de hoja caduca, facilitará el control de forma precisa de la climatización de la vivienda.
Otro aspecto importante con respecto a la orientación es la ventilación cruzada que permite el enfriamiento pasivo mediante la generación de corrientes de aire. Se puede conseguir utilizando vanos de diferentes dimensiones ubicados de forma estratégica.
Otro pilar de este tipo de construcción, el autoabastecimiento de energía, va mejorando con la tecnología, creando sistemas cada vez más eficientes como paneles fotovoltaicos, molinos de viento, estufas de masa térmica, bombas geotérmicas, aerotermia,… El uso de las energías renovables permite aprovechar los recursos naturales para suministrar energía a la vivienda. Es recomendable buscar la combinación idónea en función de las necesidades específicas y las condiciones de la ubicación.
Por último, y no por ello menos importante, la utilización de materiales naturales o reciclados. Dentro de la filosofía de la arquitectura sostenible, se prima el uso de materias primas naturales y autóctonas, para reducir el impacto de la huella de carbono generada con el transporte. Las materias naturales como la madera, la tierra, la pizarra natural, la piedra natural, la termoarcilla o el adobe, reducen el impacto medioambiental de las construcciones bioclimáticas.
Relacionado con este aspecto está la utilización de buenos aislamientos, tanto en vanos, muros, cubierta y suelo, que ayudará a lograr la máxima eficiencia energética gracias a que mantienen las temperaturas generadas, evitando los cambios bruscos de temperatura.
CASA LLP / Alventosa Morell Arquitectes | FOTO: Adrià Goula Photo
¿Quién no quiere vivir en una casa bioclimática?
Tras conocer los aspectos principales de la construcción bioclimática, estamos seguros de que no te plantearás vivir de otra forma. Ya no es sólo una cuestión de ahorrar en la factura de la luz, es ganar confort y bienestar al tiempo que apuestas por el futuro medioambiental del planeta y su sostenibilidad.
En Pepe Cabrera Arquitectura creemos en la arquitectura bioclimática, y asumimos en cada proyecto la implementación en la medida de lo posible de esta filosofía vital, como contribución y compromiso con nuestro planeta.