Además de tener uno de los paisajes más impresionantes, las calas de la Costa Blanca también son parajes con villas y chalets muy interesantes
La Costa Blanca es una zona privilegiada del Mediterráneo gracias a su paisaje y a su clima benigno. El paisaje ha favorecido que muchos busquen aquí un lugar para vivir o tener una segunda residencia. Mientras que el clima asegura poder disfrutar de una vivienda todo el año ya que la temperatura media permite, por ejemplo, tomar el baño prácticamente desde mayo hasta octubre.
Del paisaje destacan las bonitas calas. Dénia, Jávea, Moraira o Altea tienen en su costa pequeñas playas que enamoran a los que buscan algo diferente a grandes extensiones de arena. Además, si te gusta la arquitectura, en las zonas cercanas a estas calas vas a descubrir villas de construcción tradicional o moderna muy interesantes.
Sin más dilación vamos a empezar el recorrido.
Les Rotes, en Dénia
Y lo hacemos en Les Rotes de Dénia. El litoral de esta población es de playas de arena o pequeña grava. Pero cambia en la parte sur, la cercana al Cabo de San Antonio. En este tramo encontramos calas secretas. El Trampolí, El Gosset o Les Arenetes son algunas de ellas. Y en arquitectura, Les Rotes es un paraje que combina las villas construidas a finales del siglo XIX y XX de influencia victoriana con impresionantes chalets modernos.
El Portitxol y La Granadella, en Jávea
Seguimos en nuestra ruta y hacemos parada en Jávea. Nos fijamos en dos de las calas más conocidas de esta localidad. En primer lugar, la del Portitxol. Situada frente a la isla del mismo nombre, se trata de una pequeña cala que, además del propio encanto paisajístico, engancha por el encanto de sus antiguas casas de pescadores. Son humildes construcciones blancas de puertas azules; puro mediterráneo. En esta zona la arquitectura se divide entre chalets de inspiración tradicional (uso de tosca, nayas...) y las villas de lujo, como la Concretus House, que ha contado con la participación de Pepe Cabrera Estudio de Arquitectura. Y en segundo lugar llegamos a La Granadella. Una cala que parece de Grecia, dicen algunos. Un paraje encantador que hay que visitar sí o sí cada verano. En el primer tramo de la carretera que lleva a la cala, encontramos el mismo tipo de arquitectura que en la del Portitxol.
El Portet, en Moraira
Es la playa más grande de las que vamos a ver y una de las más especiales. El Portet es un refugio abrigado por el Cap d'Or. Una pequeña playa o una gran cala de arena, con fondos cristalinos, que invitan a sumergirse bajo el mar. En esta zona también vas a poder disfrutar de diferentes tipos de villas, desde las tradicionales construidas en toda la Costa Blanca entre los años 70 y 90 hasta las más vanguardistas. Villa Encina es una de estas viviendas.
El Mascarat, en Altea
Acabamos nuestro camino en Altea. En verdad no llegamos al casco urbano sino que nos detenemos junto al Morro de Toix, pasando Calpe. Bajamos hacia el mar buscando la Cala Mascarat. En lo alto de la Sierra de Bernia se encuentra la gran urbanización Altea Hills. Un lugar salpicado de impresionantes villas de lujo, donde nuestro estudio también ha colaborado en algunas de ellas.
¿Qué te ha parecido la ruta? Seguro que has oído hablar de alguna de estas calas e incluso has disfrutado de un baño en ellas. Son muy especiales, tanto como las villas construidas en sus entornos.