Un viaje de la mano de nuestra silla viajera al corazón de Nueva York.
Un nuevo destino de la silla viajera, en este caso Nueva York. La visita comenzó con el disfrute de un buen café paseando por el lateral este de Central Park, donde la Quinta Avenida (5th AVE) transcurre repleta de apartamentos de lujo y mansiones históricas. Fue una experiencia inolvidable disfrutar de los distintos momentos que el paseo nos brindaba, tales como un semáforo con más de 20 taxis esperando el color verde para arrancar como si de una carrera se tratase, la figura del paseador de perros en vivo y en directo, el ejecutivo tÃpico financiero de Wall Street sentado en uno de los bancos junto con su diario y el café, el tÃpico coche excéntrico de algún “famosoâ€, etc La última visita del dÃa fue Times Square. Todo el que ha estado alguna vez allà ha sentido el despliegue de color de sus infinitas y enormes pantallas led, asà como el calor de la multitud que te rodea. Sentarte 5 minutos en los escalones de la plaza y simplemente observar el momento es un MUST en la preciosa NYC. Era miércoles, y tenÃamos visitas que realizar. Los apartamentos en La Gran Manzana no son únicamente caracterÃsticos por su gran altura, sino por el juego que ofrece su iluminación. Los reflejos y grandes cristaleras en multitud de casos permiten explotar el alma de la vivienda. Espacios muy cuidados pero poco aprovechados, un diamante en bruto para un proyecto de Pepe Cabrera. Era jueves, amanecÃamos en Nueva York con otra agenda cargada de visitas. Antes de nuestro regreso a última hora habÃa una actividad que tenÃamos que realizar; subir a los 102 pisos del One World Observatory. La experiencia es apasionante. Sobre la denominada zona cero se erige el impresionante edificio de cristaleras, actualmente el más alto de la ciudad, y existe la posibilidad de visitarlo. El ascensor escala en 47 segundos los más de 100 pisos que tiene y desde los que pudimos ver una estampa sin igual que perdurará en nuestro recuerdo. Nueva York, una de las capitales con mayor estilo y personalidad del mundo, dejó impresionada a nuestra silla viajera. ¿Cuál será su próximo destino? Huele a Navidad ;)