La firma alemana, que cuenta con un Shop in shop propio dentro del Showroom de Pepe Cabrera, continúa con su modelo de calidad y vanguardia como premisas
El siglo XX ha sido el de las grandes revoluciones si hablamos de diseño en los hogares. Las sillas ergonómicas producidas en serie son un ejemplo así como los sofás, que se han convertido en epicentros de los salones de las viviendas. Las cocinas no se han librado afortunadamente de esta revolución y uno de los responsables de ellos fue Martin Bulthaup, quien en 1949 fundó la compañía que sigue llevando su apellido.
En los años 50, Martin Bulthaup innovó en la producción de muebles con la compra de un aserradero propio y la colaboración con los mejores artesanos de la zona, en Baviera. La calidad se convierte entonces en una máxima, así como una idea que ya nunca va a desaparecer de la filosofía de la empresa: concebir la cocina no como un espacio únicamente para la mujer sino como un lugar de encuentro, familiar, para compartir.
Los 60 suponen una gran expansión para la compañía, que empieza a exportar fuera de Alemania; se amplía la fábrica y crece la plantilla. Una década que termina con la presentación del modelo de cocina Stil 75. Se trata de un diseño completamente innovador, que se anticipa a los avances de los siguientes años.
A lo largo de los 70 habrá dos grandes cambios: Bulhtaup traslada su sede a unas nuevas instalaciones que se adecúan más a la nueva situación de compañía puntera en Europa, y Martin Bulthaup cede la dirección a su hijo Gerd y a su hija Ingeborg Eckert. Pero el hito a nivel de diseño llega en 1974 con el lanzamiento del programa de cocinas Concept 12. Supone un diseño funcional y práctico con un acabado estéticamente consecuente y un inteligente concepto de montaje y planificación. Desde el primer día consigue un gran éxito.
La llegada de Otl Aicher a la compañía
Sin embargo, el verdadero gran cambio llega en los 80 con la entrada del diseñador Otl Aicher como colaborador y pasión por la escuela Bauhaus. A partir de entonces, la innovación en Bulthaup se multiplica y se presenta una nueva idea de cocina basada en la reducción a lo esencial: por un lado, unos principios de diseño claros, y por el otro, la consideración de las necesidades humanas básicas. La unión de la pureza y la sensualidad con la ergonomía y los recorridos cortos, constituyen los parámetros enunciados por Aicher. La introducción de estos principios, que desde entonces han servido de guía al diseño de Bulthaup, suponen un punto de inflexión en la historia de la arquitectura de interiores.
El ideal de una arquitectura de la cocina consiste en combinar forma y función a la hora de satisfacer las necesidades individuales de las personas a las que se pretende servir, creando así una interacción entre el espacio arquitectónico, los objetos, los efectos del color, la luz y los materiales empleados.
El carácter singular de Bulthaup se basa en los principios de autenticidad de los materiales, la perfección hasta el mínimo detalle y un planteamiento sistemático. Desde la elección de los materiales, pasando por la elaboración minuciosa de cada elemento, hasta los colores y las superficies, todos los aspectos del producto final están orientados a conseguir una calidad arquitectónica global y perdurable.
Máximo nivel de funcionalidad
A través de la constante innovación y una reflexión sobre la experiencia anterior, Bulthaup diseña espacios vitales en los cuales los valores tradicionales de la cocina como centro de la vivienda, se conjugan en perfecto equilibrio con la moderna tecnología y el máximo nivel de funcionalidad.
El resultado más visible de todo este nuevo pensamiento es el banco de trabajo Bulthaup que, en sus diferentes modelos, sigue marcando hoy en día una revolución en el mundo de las cocinas. Basándose en el dualismo entre fuego y agua, el System b representa una unidad funcional e independiente que reúne por primera vez todas las áreas de trabajo esenciales en la cocina en un único módulo ergonómico.
Buscar esta independencia para la cocina llevará a Bulthaup a crear los sistemas modulares en los años siguientes. El System 25 consigue que el diseño no sea un extra estético, sino un componente funcional del concepto integral. Su sistema modular sin estructuras rígidas garantiza la adaptación a espacios vitales en continuo cambio más allá del ámbito de la cocina.
Shop in shop en el showroom de Pepe Cabrera
Con el cambio de siglo, vendrán los b1, b2, b3 y el último por ahora: el b solitaire. Precisamente en 2002 empezó la colaboración de Pepe Cabrera con Bulthaup. Una relación que se ha ido afianzando con el paso de los años. En la actualidad Bulthaup cuenta con una Shop in shop dentro del showroom de Pepe Cabrera en Dénia (Alicante).
El primero de los diseños del siglo XX fue el Bulthaup b3, que posibilita por primera vez la configuración activa de las paredes. El carácter ligero y flotante de la cocina se consigue con la delgadez de los materiales y la claridad arquitectónica.
Por su parte, el Bulthaup b1 apuesta por la discreción y un lenguaje formal claro: representa la esencia de la cocina. El frente mural, el bloque de módulos columna y la isla conforman el centro de un espacio en el que se encuentran las cosas más importantes de la vida: la familia y los amigos, el placer y la comunicación.
El Bulthaup b2 es una fantástica combinación de banco de trabajo, módulo taller y módulo para electrodomésticos. La racionalización máxima: solo se mantiene lo imprescindible.
El más reciente de los diseños Bulthaup es el b Solitaire, que ofrece muchas posibilidades para configurar el espacio vital de la cocina. Está concebido para acompañar y crecer con las personas que habitan ese hogar y conviven en la cocina.
Explorar lo nuevo desde las raíces
En 2010, Marc O. Eckert, nieto del fundador, asumió la dirección de la compañía por designación de su tío, Gerd Bulthaup. Tres generaciones son las que por el momento han conseguido mantener una revolución constante en las cocinas de calidad. Porque como les gusta destacar a ellos mismos “apostar por la tradición y las raíces significa preservar lo consagrado, pero también explorar lo nuevo”. Una forma de entender la empresa que compartimos en Pepe Cabrera Arquitectura e Interiorismo.